Las necesidades son infinitas. Cuando llega fin de año pienso en lo que proyecto para el ciclo que comienza y la lista parece interminable. Además suele haber deseos que repito.

Detrás de todo, ¿qué quiero, en realidad?

Tengo ganas de tener una casa bien grande, pero en realidad lo que quiero es tener un lugar propio para escribir.

Tengo ganas de que mi hija comience a ir al jardín, pero en realidad lo que quiero es tiempo para escribir.

Tengo ganas de que me entreviste un periodista importante, pero en realidad lo que quiero es permiso para escribir.

Tengo ganas de que mi marido lea mi libro, pero en realidad lo que quiero es apoyo para escribir.

Tengo ganas de que mi hija aprenda a leer con mi libro, pero en realidad lo que quiero es aprobación para escribir.

Tengo ganas de tener un escritorio amplio con una flor siempre fresca arriba, pero en realidad lo que quiero es inspiración para escribir.

En mí está el lugar, el tiempo, el permiso, el apoyo, la aprobación y la inspiración.

Y vos ¿qué deseás? (Si querés) contame!

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