¿Qué madre o padre no quiere dedicarle un poema a una hija? Pero ¿cómo poner en palabras este amor incondicional.

Observar a mis hijas es un acto de asombro. Vidas que salieron de mí, en lo físico, pero que desconozco casi por completo.

Alguna vez creí que ese pequeño ser era parte mía. Y no. Es una persona diferente, que viene a transformarme la vida.

Por eso a mis hijas las llamo maestras. Mucho más que cualquiera de los manuales de enseñanza espiritual de los grandes maestros ascendidos (que aprecio leer), Luz y Diana me invitan a prestar atención al momento presente. Con una pregunta, un gesto, una sonrisa, me animan a despertar.

Día de la niñez

El segundo domingo de agosto celebramos en Argentina el día de la niñez, día de las infancias o día del niño (si preferís adherir al lenguaje sexista).

Para mí, esta fecha remite a chocolatada, juegos y un sorteo espectacular de juguetes que mi colegio primario hacía después de misa. La misa más concurrida del año, siempre.

Sé que para algo están las fechas del calendario. No para estructurar ni constreñir. Sí como oportunidad para recordar “esas pequeñas cosas” (juegos, palabras, instantes) que dan sentido a nuestra existencia.

poema a mi hija, Dianapoema a mi hija, Luz

Parí a mi maestra

El poema que hoy traigo salió en Sombras de Colores, el libro que alcanzó súper ventas en Bubok hace poco. 625 personas ya lo tienen ¡Les agradezco el entusiasmo!

Luego, con la chispa del poema Pequeña maestra, se me ocurrió crear la etiqueta #paríamimaestra . Me ha servido para compartir, y tener a mano, las ocurrencias espontáneas de mis hijas. El archivo con el hashtag #paríamimaestra figura en mis redes sociales. Podés verlo en Twitter, en Instagram y en Facebook, donde sigo publicando esos instantes que alcanzo a poner en palabras.

Veo, con inmensa alegría, que muchas de mis amigas escritoras hacen lo mismo. Celebran en las redes las ocurrencias de sus hijas e hijos y nos hacen partícipes de esos asombros que nos movilizan a las madres y a los padres.

Poema a una hija, a otra hija y a un hijo

Quienes siguen desde antes este blog o han visto mis publicaciones en las redes, ya me habrán leído escribir de Luz y de Diana. Ellas son mis hijas, mis pequeñas maestras.

poema a mi hija, Luz y Diana

Pero muy pronto, si todo sigue el orden natural, voy a parir a un hijo. Sé, ya lo siento bien fuerte, que viene otra llama a movilizarnos.

Pongo aquí estas palabras dedicadas también a mi hijo, Astor.

Pequeña maestra

Desatás el cordón

que duele en un punto

donde destejo migrañas

bañadas de excusas.

..

Y enredás razones

en tu cabello de seda

hasta hundir la incertidumbre

del próximo berrinche.

..

Repaso cada gesto

en un manual vencido

entonces te veo actuar

fuera de libreto.

..

Cada día, hija, a cada instante

aún cuando miro adentro

o duermo fuera del nido

aprendo de vos,

pequeña maestra.

..

Anabel González Ocáterli

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Este y otros 40 poemas forman Sombras de Colores. Suscribiéndote a este blog, te envío el ebook gratis.

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