Volvé a preguntarme el nombre

de ese sitio oscuro

donde lloraba perdida

sin redención.

Quizás lo recuerde.

Y cuestioname

cuánto tiempo estuve

en aquel refugio vano.

Guardo el calendario

para siempre.

Pero volvé a contarme cómo

abrí la puerta vanidosa

cómo recogí mi cabello

y cómo salí a andar,

Esa parte de mi historia

un instante frío

es el que olvido siempre

un segundo antes

de animarme a ser.

Anabel Ocáterli.

Del libro Sombras de Colores.

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