Necesité demasiados aplausos de fuego

para encontrarme ahora

abierta al sol

a la intemperie blanca

pidiéndote

que me invités a cantar

ante un público sin manos

un auditorio sordo

que lo único que valga sea mi corazón

aceptando

la línea del gesto

la vida, la esencia

y el miedo.

Anabel Ocáterli

Del libro Sombras de Colores (2016)

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