¡Ya estalla! La editorial Macedonia acaba de lanzar mi segundo libro: METEORITOS. Si querés ver la presentación, está al final de esta entrada.

Mi primer poemario, SOMBRAS DE COLORES, nació como libro pdf gratis en internet. Bubok lo sacó después en papel. Primero en 2016 y después una reimpresión en 2017. Fue mi primer libro, disponible para hojear y rayar.

Como las antologías que seleccionaron mis escritos (Justo ahora que venía callando, Mujeres viajeras, Taller de la Palabra, La Juntada), METEORITOS sólo sale en versión papel. Hoy te cuento por qué.

Eliminemos la basura

Ojalá dejara de existir el libro de papel, si con eso terminara la tala de árboles en selvas y bosques. Que desaparezcan, antes que el papel, las bebidas en envase no retornable. Sí, es hora de cuidar el planeta, estoy de acuerdo. Y voto por comenzar a eliminar la basura, no la cultura.

METEORITOS es un libro pequeño, un ejemplar de bolsillo que pesa menos de 60 gramos. Estoy en paz con mi conciencia ambiental.

Portada de mi libro en la libreria
Meteoritos en la librería Ludditas textuales, de Mendoza.

Pero hay otra razón por la cual no liberé el PDF de Meteoritos.

El chaleco de fuerza

Pocos saben la trayectoria de METEORITOS en mi cielo.

Estas barbabrevedades (como las bauticé en un principio) son los escritos más confesionales que he publicado hasta ahora. Cada uno es un escalón hacia la salida de un hueco bien oscuro. No, no es escritura terapéutica, como quizás pretendieron las famosas poetas norteamericanas del siglo pasado. Aunque debo reconocer que estos poemas cortos fueron un verdadero bastón para mí. Un bastón blanco, como sugirió el periodista José Luis Denino después de leer mi segundo libro.

El resultado tampoco fue un texto de autoayuda. ¿¡Menos mal!? En el camino de salida me acompañaron profesionales de la salud. Lo único que realmente sirve para quienes se pierden en el fondo de un cráter.

Tampoco estuve loca, aunque algunas personas lo creyeron. Me costó reconcer que fui  violentamente psiquiatrizada (como muches), amarrada “con un chaleco de fuerza químico”. Eso me explicó el médico antroposófico Abelardo Gatica Baudo, por aquellos días. Como marca la artista plástica Carolina Simón (Carovolcana): una cosa es estar loca y otra la psiquiatría.

Con paciencia, voluntad y amor el equipo de Micael Medicina Integrativa y yo desatamos el chaleco de fuerza.

Ya cumplimos dos años. En diciembre de 2018 mi psiquiatra autorizó a retirar paulatinamente la Risperidona, ese químico antipsicótico que me mantuvo quietita y buena durante seis meses.

El esfuerzo de salir no fue ni es gratuito. Por eso me interesa que lean METEORITOS las personas que realmente puedan valorarlo. Y ya sé que son muchas.

¡Gracias!

Como METEORITOS es todo breve, el agradecimiento completo no entró en ninguna página del libro. Le hago un lugar acá:

Gracias a las primeras lectoras críticas: Eliana Drajer y Marta Lorenzo, profesora y compañera del taller Casa Poesía. A Sabrina Barrego, quien escribió un prólogo más lindo que el libro. Gracias al doctor Iber Gómez, amante de la poesía, por su mirada y corrección exacta antes de la edición.

Mil gracias Ela Matilda por crear un dibujo de tapa impresionante, con una lectura que atraviesa el texto y engalana al libro.

Infinitas gracias a José Luis Bulacio y a todo el equipo de Macedonia Ediciones por la corrección, el diseño y tan hermoso producto. Mucho más bello de lo que pude soñarlo.

Una vez más, gracias a José Luis Denino por el comentario breve, justo y amoroso.

Por supuesto, gracias Hore Gaüna, hermano de la palabra, por regalarme una canción para la Feria del Libro de Mendoza 2020 (Al final de esta entrada está el video).

Sí, gracias Rocío González, hermana de sangre, y a Isabel Rodríguez, tía querida, que también me acompañaron con sus lecturas en la virtualidad de la feria.

También gracias a Evan González, hermana creativa hasta el infinito.

Gracias a  Yoel Cruz, quien me alentó a ir más lejos de lo que yo pretendía. Verdadero trampolín. Amor.

Cada día, gracias a Luz Ramos González, mi hija, que a todo el mundo le cuenta que su mamá es escritora. Ni se imagina lo grande que me siento al escucharla. Por ella y por Diana salí y salgo.

Gracias a mi madre Elsa Rodíguez por concederme el poder de la palabra y a mi padre, Raúl González, por obsequiarme el poder del silencio.

Y gracias a toda la inmensa red que me contuvo y animó durante la preventa en Mendoza (van en orden): Marian Aldeco, Mariana Prado Puerino, Sofía Castelló, Lucas Maldonado, Aimé Sayegh, Gonzalo Merino, Mili Rivas, Renzo Aguilar, Florencia Guerra, Noelia Firmani, Sabrina Patiri, Janet Bajach, Concepción Rodríguez, Marta Stanziola, Evangelina González, Daniela Bonilla, Silvia Spinela, José Luis Santiago, Nancy Rodríguez, Elsa Rodríguez, Ricardo Calderón, Alejandra Pesquin, Ariadna Buzzachi.

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Y gracias a quienes, por motivos de distancia, recursos tecnológicos u otros, se quedaron con ganas de entrar a la preventa. Están conmigo. Me llegan sus abrazos.

¿Adónde está, ya? ¿Adónde estalla?

Este METEORITOS incandescente es aquel chaleco de fuerza que continúa ardiendo. El fuego se enciende cuando otros seres lo reciben, en sus planetas, ojalá burbujas estalladas.

Por todo esto no existe link para descargar el archivo digital del libro. Quienes se animen a asomarse al pozo y desear el fuego, podrán tenerlo. Nadie más.

Ya está disponible en las siguientes librerías:

Buenos Aires:

Mendoza:

Otras consultas y reservas al: 2613015230 y (0261) 4951904. Instagram @AnaOcaterli y Twitter @AnaOcaterli

Ahora sí, podés ver este video corto de la presentación virtual en la Feria del Libro de Mendoza 2020.

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