Nuestras historias se parecen.
Un hilo de seda traza cada punto,
bordado infinito.
Nuestras miradas se parecen,
encuentran la tarde roja
dibujan juntas el amanecer.
Nuestros cuerpos se parecen,
saben coincidir en el punto
espacio perfecto.
Nuestras almas se parecen
en el vértigo voraz de esta vida
que desiguala,
para hacernos únicos.
Anabel Ocáterli
Publicado en el libro Justo ahora que venía callando (2018), poemas reunidos, de Casa Poesía.