En argentino ponerle la tapa significa cerrarle la boca. Para mí, ponerle la tapa al libro en el que vengo trabajando hace más de dos años significa finalizarlo. Y es también abrirle la boca, para que hable.

¿Te dije que decidí publicar mi primer libro de poesías?

Para hacerlo (y antes, para decidirlo) necesité tirar abajo unas cuantas barreras, la mayoría interiores. La primera de ellas fue salir de la zona de confort. En este proceso descubrí que no es fácil lanzarme a lo desconocido cuando estoy cómoda. De otros bloqueos interiores que necesité derribar voy a contarte en una próxima entrada.

Tenía una selección de poesías que había armado para un concurso literario internacional en el que, una vez más, había un lista de 20 mejores y mi obra quedó afuera.

El arte como camino

Dudaba si presentar el libro en algún concurso más. Mi postulación había sido ambiciosa, podría probarme ahora en un certamen nacional, provincial o municipal. Pero noté que algo había ocurrido con mis creaciones mientras esperaba el resultado del concurso internacional: nada. Casi seis meses sin poner manos en los borradores. Tenía por excusas el exceso de trabajo, mi hija de dos años que «no me deja» (como si fuera mi madre) y las mil cosas que pueden surgir por día para no sentarme a escribir.

Entonces comencé a leer algo que me habían recomendado con insistencia y que yo, con la misma insistencia, te recomiendo: El camino del artista, de Julia Cameron. De este trabajo también voy a contarte más en otras entradas, con insistencia.

Guía de Julia Cameron
Guía de Julia Cameron

A través de los ejercicios que propone Cameron descubrí que había estado demasiado atascada el último tiempo, quizás los últimos 12 ó 13 años, más o menos desde que comencé a estudiar Periodismo en la universidad.

De niña mi sueño había sido convertirme en escritora y en algún punto había olvidado ese sueño para cumplir los proyectos que otros tenían para mí. Desde el periodismo económico hasta la venta de cosméticos, pasando por la colaboración con el proyecto de mis padres y de mi hermana, todo lo que he hecho en la última década me ha servido muchísimo para estar donde hoy estoy.

De pronto necesité que mi sueño ocupara el primer plano de mi tiempo y mi energía creativa.

Me pregunté ¿qué me falta para ser escritora? Y me respondí que necesitaba publicar un libro, nada más. Que esa era la forma (mi forma) para sacarme la licencia de escribir.

También presentí que retomar otros proyectos literarios, como nuevos poemas, cuentos, ensayos y una novela que comencé a escribir hace tres años, sería más fácil si antes cerraba mis cuentas con la poesía.

Desde que tenía 12 años he escrito poesías, ya no sé cuántas, calculo que serán más de 500. Entonces puedo permitirme escoger 50 ó 60 y decir que me gustan lo suficiente para animarme a compartirlas en un libro que alguien pueda conseguir en una librería o descargar de una página web.

De modo que revisé una vez más las Sombras de colores que durante tanto tiempo había creído mías. Las acaricié y las valoré como se hace con un hijo y decidí permitirles que salgan al mundo.

Publicación del libro

Me gustó la propuesta de Bubok, porque me permite publicar tanto en forma impresa, como en la versión ebook o libro digital, para todo el mundo (entre los que hablan español, supongo).

Armé un archivo en AdobeIndesign para diagramar el libro. Eso me llevó un buen tiempo, dos meses o un poco más. Aunque, si hoy tuviera que hacerlo de nuevo, probablemente lo terminaría en dos semanas. Eso es lo que se llama el valor de la experiencia ¿no?

Cuando estaba terminando se me ocurrió colocar en la tapa los colores que utilicé para dividir los capítulos. Para armarla utilicé Adobe Ilustrator.

Después de varias pruebas, elegí una en la que jugué con la transparencia para armar las tonalidades que quería.

¿Qué será?
Fondo de tapa

Luego, me gustó la idea de usar las formas para dar ondulación al título. Después de algunos retoques quedó así:

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Tapa de Sombras de Colores

También ocupé más tiempo del que había calculado para subir el libro a la plataforma de Bubok. Sobre todo porque no comprendía muy bien las dimensiones que debían tener las tapas. Al final descubrí que para armarla en Ilustrator debía guiarme por las medidas en centímetros, en vez de las medidas en píxeles.

¡Y resultó! ¡Le puse la tapa al libro!

Sombras de colores ya está listo, subido en la plataforma. Apenas Bubok me envíe el ISBN y el código de barras voy a sacarlo a la calle.

Obsequio

Tengo un regalo para vos: vas a poder descargar gratis el ebook Sombras de Colores. Por si no lo habías visto todavía, te cuento que si te suscribís a mi blog (hacé click aquí) voy a enviarte el link de descarga por correo electrónico, así vas a pode leer mi libro en la tablet, la compu o el e-reader.

Y te invito a compartirlo con quien quieras.

¡Gracias por leer y por comentar!

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