Cómo pedirte

que te quedés a mi lado

para verme respirar

suave

para verme pasar la hoja

suave

para verme anotar con lápiz

suave

el verso

que quisiera dedicarte y

que me dediques

un día de estos

cómo pedirte que me esperes

que aún

no lo encuentro.

Anabel González Ocáterli

Don Yoast SEO se queja cada vez que publico un poema en mi blog. Dice que debe tener más texto la entrada, que son 47 palabras y tienen que ser 300. Por eso que he comenzado a poner párrafos al inicio o al final, como este, para lograr que Don SEO diga que está todo bien, que Don Google va a mostrar esta entrada porque lo he hecho de maravilla. Que me he portado bien.

Vamos, que van 122 palabras. 127, 128, 129.

¿El motivo del poema Cómo pedirte…?

Aquí aparece el placer de verme observada por mi compañero, mientras escribo un poema. Quizás para él, quizás para mí. También está el cariño, la complicidad que tanto valoramos quienes escribimos (al menos yo) a media voz, con temor de que sea esto cualquier cosa. Alguien me mira, me toma una foto o solo me mira y siento un poquito de seguridad. Como esa cara sonriente del asistente de SEO, ahora mismo.

Hoy es el bendito 14 de febrero, San Valentín, así que se me ha ocurrido publicar este poema.

Justo hoy me encuentro sola. Hace muy poco nos hemos distanciado y tengo una maraña de sentimientos que aún no encuentran palabras. Este poema es de 2021 y me ayuda a reconocer que hay un poema de amor que nunca le escribí y que quizás nunca escriba. Porque «aún / no lo encuentro».

Con mis páginas matutinas y Astor arriba de la mesa.

Deja un comentario