Si te ofrecen redactar una columna de opinión para un diario o te invitan a probarte como corresponsal de una prestigiosa página de viajes, como le pasó a Evangelina González, y querés hacerlo con el mayor profesionalismo posible, te puede servir este post. También te serán útiles si buscás es escribir textos más atractivos, fáciles de leer y de entender.
La primera noción que me gustaría transmitirte antes que nada es que la redacción periodística es muy diferente de la literaria. Una de las diferencias (aunque no la única) es la estructura narrativa.
El esquema literario clásico de redacción es el de los cuentos. Como nos explicaron alguna vez en la escuela: introducción, nudo o desarrollo y desenlace. En ese esquema hay un clímax, el punto de mayor tensión narrativa que siempre está antes del desenlace.
Sería así:
“Había una nena que se llamaba Caperucita….
Iba con el recado para su abuela cuando se distrajo cortando flores…
Y apareció un lobo, quien le indicó el camino…
En la casa de la abuela… ¡Y qué boca tan grande tienes! ¡Para comerte mejor!
Y caperucita abrazó a su abuelita y fueron felices y comieron perdices”.
Como en este dibujo:
Los textos periodísticos son definitivamente al revés: Primero necesitamos contar aquello que tiene mayor interés (la tensión narrativa o el clímax). Con esto “enganchamos” al lector, le decimos que vale la pena detenerse acá y olvidarse del chat, de los videojuegos y hasta de los textos que siguen.
Esto significa que también quizás necesitemos contar el final al principio. Veamos como quedaría:
“El lobo quiso comerse (o se comió, según cuan sensacionalista quieras ser) a Caperucita…
Caperucita iba con el recado para su abuela cuando se distrajo cortando flores…
Justo apareció el lobo quien le indicó el camino…
En la casa de la abuela… ¡Y qué boca tan grande tienes! ¡Para comerte mejor!
Y caperucita abrazó a su abuelita y fueron felices y comieron perdices”.
La diferencia es mínima, no requiere gran esfuerzo escribir un primer párrafo con lo más importante. Este es el esquema propio de la crónica periodística y graficado se vería así:
Aclaro algo: no es incorrecto repetir. La redacción periodística exige redundancia, como verás más adelante en otro post.
También podés escribir la misma historia con un esquema invertido:
«El lobo quiso comerse (o se comió, según cuan sensacionalista quieras ser) a caperucita…
Ocurrió luego de que la niña le dijera ¡Y qué boca tan grande tienes! ¡Para comerte mejor!
El primer encuentro se había producido en el bosque cuando…
Caperucita había salido con un recado de su madre
La abuela de caperucita estaba enferma de…»
De modo que decimos lo de mayor interés al principio y dejamos la información anexa y los detalles para el final. Cuanto menos atractivo tenga más tarde lo comentamos. De esa forma se narran las noticias periodísticas.
Ahora vos
Podés tomar este cualquiera de estos dos esquemas periodísticos que hoy te presento (doble final o pirámide invertida) para relatar tus aventuras, con lo más sorprendente de lo que te sucedió al principio. También podés relatar una visita a un lugar o repetir una historia que te contaron, contando primero lo que más llamó tu atención.
Y si fuera una entrevista, algo que alguien te contó, podés comenzar también contando lo más osado de lo que dijo esa persona.
Luego continuarás con el relato desde lo primero que ocurrió y lo que siguió luego, y luego y luego, en forma cronológica (esquema de doble final) o bien relatarás lo segundo en importancia, lo tercero, lo cuarto, etc para concluir con los detalles (esquema invertido).
Si se trata de un artículo de opinión la estructura es algo más compleja, pero es aconsejable mantener el esquema invertido. Entonces colocarás en el primer párrafo la síntesis de tu pensamiento más jugado, la frase más importante de tu crítica.
Si te animás, podés enviar tu escrito periodístico a mi correo: anaocaterli@gmail.com
Puedo hacer una devolución al respecto.
(Fuente: Adaptación de clases del eterno profesor Walter Aníbal Ravanelli, Universidad Juan Agustín Maza)